Por: Klenya Morales de Bárcenas (@klenyamorales)
Especial para la Revista Viento y Marea de la Autoridad Marítima de Panamá
Ramón Franco no está ocupando la Dirección General de Marina Mercante de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) por casualidad. Desde antes de su llegada al mundo, su destino estaba irremediablemente entrelazado con el transporte marítimo. Pertenece a una cuarta generación de abogados, tercera de especialistas en Derecho Marítimo. Su abuelo Joaquín y su tío abuelo Teodoro, fueron pioneros en la travesía de registrar naves y fundaron la firma Franco & Franco. Ramón Franco Senior continuó escribiendo con pasión la historia familiar, uniendo el futuro profesional de su hijo al de las naves.
La historia y
perspectiva del licenciado Franco nos ofrecieron un contexto
único y personal del hombre tras el escritorio. A continuación, les presentamos
los resultados de su conversación con Viento y Marea.
VM: Seamos directos ¿Por qué
escoger la bandera panameña?
RF: ¿Y por qué no?
(nos responde sonriente, es una sonrisa de confianza).
Son 100 años de hacer las cosas súper bien.
Un siglo de experiencia comprobada.
Somos los primeros en entender nuestra categoría de negocio. Brindamos
seguridad jurídica, ofrecemos ese atractivo comercial y nos manejamos al ritmo
de la industria.
VM: Ramón Franco en una
palabra:
RF: Dinámico.
VM: ¿Cómo describiría su estilo
gerencial?
RF: Balanceado. Trabajo
en equipo, con comunicación y respeto. Hago uso efectivo de estadísticas e
información, me gustar pensar fuera de la caja y reinventar a medida que avanzo. Procuro buscar soluciones creativas y no
quedarme estático. Me encanta lo que hago y eso influye en mi manera de gerenciar…
VM: Usted es abogado y el
universo de las leyes es amplio. ¿En qué
momento Franco se interesa por el tema marítimo?
RF: ¡Yo estoy
abanderando naves desde antes de nacer! (contesta sin siquiera pensarlo). Mi
abuelo, Joaquín Franco fue mi gran influencia. Fue el primer abogado de la
familia que se aventuró al registro de naves y yo trabajé por muchos años en su
firma forense. Tenían oficinas en Londres y en Grecia, países maritimistas por
excelencia. Esa fue mi escuela. Tengo 20
años de trabajar en el sector y de tramitar en la AMP ejerciendo el Derecho Marítimo principalmente, en registro de
naves y ahora tengo el honor de pertenecer a este gran equipo, con funcionarios
a quienes respeto y admiro.
VM: La AMP no es la típica
oficina pública. Uno entra por esa
puerta y sabe que está frente a una realidad diferente. ¿Por qué?
RF: Se debe a esa
interrelación o mancuerna entre el ámbito privado y el sector público. Eso
hace a la AMP diferente. También
contamos con un equipo comprometido con la experticia del mundo marítimo, que
está dispuesto a caminar la milla extra. Es un recurso humano que se siente orgulloso
del rol que juega el país y del apoyo que le da al mundo marítimo.
VM: ¿Qué es lo más difícil de dirigir a la flota de marina mercante más grande
del mundo?
RF: El reto más difícil, obviamente es crecer. Pero para mí no es
“difícil” per sé. Simplemente porque
es un tema que me apasiona. Lo complicado es implementar esas respuestas en
tiempo real, pero estamos trabajando en eso.
VM: ¿Cuál es el mayor reto de
los estudiantes en materia logística o marítima?
RF: Yo recomendaría
que aborden su educación con un pensamiento de proyección internacional, porque
este negocio es global. No es posible
entenderlo si no se ve la “big picture”:
Panamá como país marítimo no solo sirve al pueblo, sino al mundo entero.
VM: ¿Cuál es la misión de los abogados
marítimos?
RF: Tuve el privilegio de presidir la
Asociación Panameña de Derecho Marítimo (APADEMAR) por dos años consecutivos y
he estado en la junta directiva por diez años.
Participé en diversas mesas de trabajo y proyectos que ya son leyes de
la República. El abogado marítimo juega
un importante papel en la economía panameña y ha sabido detectar esas
oportunidades de negocio del país ante el mundo.
Los abogados fueron los que salieron a promocionar, mercadear la plataforma de
servicios internacionales del país. Hay
firmas de abogados que tienen décadas y décadas abanderando, y ellos forjaron
el registro de naves como lo conocemos hoy.
En los inicios del siglo pasado, sencillamente agarraban su maleta e
iban por el mundo a vender nuestro registro.
Desde entonces han acompañado a los navieros durante su crecimiento
hasta que se convirtieron en las flotas mercantes que hoy mueven la economía del
mundo, navieros que confiaron en los abogados panameños para registrar sus
naves por medio de los vehículos corporativos ofrecidos en Panamá. Ello implica una relación de confianza: los
gobiernos cambian cada cinco años, pero la cara del abogado marítimo,
permanece. Y ese sistema es el que demandan los usuarios del registro.
VM: ¿Cómo nos
va a sacar de las listas grises?
RF: Con una flota
renovada con naves más jóvenes, que usen energías más limpias, aplicación de
normativas que establezcan procedimientos más expeditos para el descarte de
naves infractoras, contaminantes o que presenten antecedentes de opacidad;
mayor monitoreo de la flota y actualización de los datos de nuestras naves.
Prueba de esta agresiva estrategia es el Decreto Ejecutivo 512 del 18 de
octubre de 2024, publicado el pasado 19 de octubre en la Gaceta Oficial y
emanado de la Dirección General de Marina Mercante de la AMP.
Independientemente de las razones por las que se nos hayan incluido, tenemos un
compromiso de elevar nuestros estándares. Estamos en una situación incómoda,
pero haciendo lo que hay que hacer para mejorar la competitividad del país.
VM: Háblenos
de la Sociedad Marítima…
RF: Siete abogados
de APADEMAR desarrollamos ese proyecto en pandemia, así que se llevó a cabo por
Zoom. Nos mantuvo la mente ocupada en esos momentos que atravesaba el mundo. Y
yo me enorgullezco de APADEMAR, porque a pesar de la situación, los abogados
comprometidos estábamos proponiendo e innovando. Bajo mi presidencia y en
conjunto con el Colegio Nacional de Abogados presentamos el proyecto, que ahora
debe ser aprobado por la Asamblea y el Ejecutivo.
Esta figura es un nuevo producto, una sociedad comercial, flexible y adaptable
a cualquier iniciativa que implique actividad marítima. Se registraría en la Dirección General de Registro
Público de Naves y podría convertirse en la vía preferida para desarrollar el
negocio naviero.
VM: Háblenos
sobre el papel de la mujer en el mundo marítimo.
RF: Es sencillamente
sobresaliente. La industria
marítima es global y precisa del aporte de todos. Debe incluir a todo el mundo. En mi equipo de trabajo cuento con el apoyo
de muchas mujeres en posiciones clave quienes cada día ejercen un comprobado
liderazgo y hacen la diferencia.
VM: ¿A quiénes
invitaría a cenar?
RF: El Ramón Franco
marítimo invitaría a Aristóteles Onassis, una celebrity del
negocio marítimo. El Ramón Franco normal
invitaría al vocalista de Rolling Stones, Mick Jagger. Crecí con música
increíble…
RF: Yo estoy viviendo mi sueño. Me encanta mi cargo en la Dirección de Marina Mercante. Para mí no hay nada más gratificante que devolverle al mundo marítimo algo de tanto que he recibido.