Los años pasan y la vida se nos escapa más rápido con cada nuevo día. Llevo ya varias semanas haciéndome una pregunta necia y creo que de ella saldría una lista interesante. Veamos, si las cosas ni se crean ni se destruyen, sino que simplemente se transforman, ¿a dónde van a parar todas las cosas que tuvimos o que tenemos en este mundo y que definitivamente no nos llevaremos al irnos de aquí?
Hay un par de cosas
que tengo hace muchos años y que aún no se han vuelto polvo, como las cartas de
cuando uno se escribía con la gente con estampillas y todo, o el top de mi
bikini amarillo o el pareo que me compré en Grecia en 2002. Nosotros cambiamos y nos volvemos versiones
nuevas de nosotros mismos, pero, ¿y todo lo que tuvimos? ¿Será de alguien más? ¿Lo habrán reciclado?
¿Estará contaminando algún lugar del planeta?
Pero si nos
esforzamos un poco, la memoria nos puede ayudar a recuperar todo aquello a lo
que no pudimos aferrarnos, por cualquier razón…
Aquí va mi
colección de cosas perdidas…
1. -Aquel
dije de manzana que colgaba de mi cuello.
2. -Mi
diario de Holly Hobbie, sobre cual juraron amor eterno los amigos con los que
crecí.
3. -Las
carátulas de mis discos compactos.
4. -Mi
teléfono transparente, de cuando hablaba por horas con el chico que me gustaba.
5. -El
reloj turquesa de Coca-Cola.
6. -La
mochila verde, compañera de batallas y despedidas.
7. -Mi
anillo de 15 años.
8. -Mis
libros de música.
9. -La
gargantilla que me regaló mi abuelita.
10. -El candelabro que me hizo mi abuelo para colocar mi vela
redonda.
11. -Mi primer cassette (Franco De Vita, de Franco De Vita).
12. -La casa arboleda.
13. -Mis miniaturas de Strawberry Shortcake.
14. -Mi ruedacaliente.
15. -Mi biografía de Joaquín Sabina.
16. -Aquellos pantalones negros que me quedaban tan bien, sin
importar si estaba gorda o flaca.
17. -Mi primer triskel.
18. -Las botellas de plástico de shampoo Gee Terrific.
19. -Los recipientes de Final Net.
20. -Mi primer escapulario.
21. -El póster de Lo que el viento se llevó que perdí
en Londres.
22. -Aquel conjunto blanco que me quedaba espectacular.
23. -Mi falda plisada de ir a Rock Café.
24. -Mi camiseta de Nirvana que nunca llegué a estrenar.
25. -El libro de Carlos Fisas que pedí prestado y se me
perdió.
26. -Mi poemario de José Ángel Buesa.
27. -El recorte del primer poema que papá me publicó en La
Estrella de Panamá.
28. -Los vestiditos y maxis que me cosía mi mamá.
29. -La máquina de hacer los raspados que vendíamos en el estadio.
30. -La patineta que me gané en la tómbola de Mil Dólares en
Juguetes, de Calzados La Aurora.
31. -Mi primer vestidito negro.
32. -Mi espirógrafo.
33. -Los popoids.
34. --Tantos y tantos libros prestados y perdidos.
35. -Mi hornito de Betty Crocker.
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