Me faltan tus calles rotas,
sin rumbo ni coordenadas,
y aquellas tardes perdidas,
de vagancia en el portal.
Tu visita sin aviso, descalza y sin maquillaje.
Llegar en cinco minutos y encontrar boleto en cualquier sala.
Certeza de medio día
desde donde este parada,
o saber que son las nueve
si al viento le da la gana.
Recuerdo las campanas,
y el jugo de naranjilla helada
Sin luces rojas ni verdes
sin sospechas, ni amenzas.
Salir por salir al patio
con la puerta mal cerrada
Me faltas sencilla y lenta
donde no soy un fantasma
donde se viven los días,
donde sólo un día me basta.
viernes, 3 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
RAMÓN FRANCO: REINVENTANDO EL NEGOCIO MARÍTIMO
Por: Klenya Morales de Bárcenas (@klenyamorales) Especial para la Revista Viento y Marea de la Autoridad Marítima de Panamá Ramón Franco n...
-
No admito que se pueda destruir la unión fiel de dos almas. No es amor el amor que no logra subsistir o se amengua al herirle el desamor. El...
-
Por: @KlenyaMorales Hasta hace un par de años fue que vine a escuchar sobre esta “condición mental”. E inmediatamente supe que yo la padezc...
-
Por: @ KlenyaMorales Ama de casa, escritora, abogada y traductora. Aprovecharé esta época postelectoral para contarles por qué pago mis...
No hay comentarios:
Publicar un comentario