Hacia ti va mi apetencia,
y no me pesa
Sometida a tu nombre,
el anillo que me diste me ha sacado del mundo.
Por una palabra tuya soy capaz de sanarme
soy tu pan de cada día. Soy tu Verbo. Soy tu carne.
Hacia ti va mi apetencia,
porque quiero
y renuncio a la magia de mi origen
y decido ser más débil que este voto
de volver a ti, cada noche.
De morir por ti, en cada estrella.
jueves, 5 de abril de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Las últimas veces
Hace unos días celebré con auténtica felicidad que mi hijo menor comenzara a andar en bicicleta sin rueditas . Entre caídas, raspones y su...

-
Por: Klenya Morales (@klenyamorales) para Viento y Marea Con el ritmo metálico del tren como testigo nos recibe Rina Berrocal, subdirecto...
-
No admito que se pueda destruir la unión fiel de dos almas. No es amor el amor que no logra subsistir o se amengua al herirle el desamor. El...
-
Hace unos días celebré con auténtica felicidad que mi hijo menor comenzara a andar en bicicleta sin rueditas . Entre caídas, raspones y su...